Cuando compra un producto, tiene fuertes derechos y protecciones como consumidor. Uno de estos derechos es estar seguro mientras usa el producto. Las empresas tienen el deber de diseñar y fabricar productos seguros y, cuando incumplen ese deber y un producto defectuoso lesiona a alguien, pueden ser consideradas responsables. Un abogado experimentado puede ayudarlo a hacer precisamente eso.
Hay tres formas en que un producto puede ser defectuoso:
Defecto de diseño
Un defecto de diseño es un error en la forma en que se diseñó un producto. Este tipo de defecto a menudo significa que toda la producción de ese producto puede ser defectuosa.
Defecto de manufactura
Un defecto de fabricación es uno que ocurre en la producción pero nunca fue intencionado y no fue parte del diseño. Este defecto hace que el producto sea más peligroso de lo que se suponía que era.
No advertir
La falta de advertencia se produce cuando un producto (incluso sin defecto de diseño o de fabricación) carece de las advertencias adecuadas para el consumidor o incluye instrucciones inadecuadas.
Los casos de defectos del producto se basan en la responsabilidad estricta. Esto significa que la persona lesionada no necesita probar que el fabricante conocía el defecto o que tuvo la culpa. Simplemente necesitan probar que el producto fue vendido o distribuido por el demandado, que era irrazonablemente peligroso en el momento en que salió de la posesión del demandado y que resultó lesionado.
El incumplimiento de la garantía es otro reclamo potencial, ya que los productos tienen una garantía implícita, lo que significa que se pueden usar de manera segura. En algunos casos, las lesiones causadas por un producto defectuoso pueden constituir un incumplimiento de la garantía. Las garantías de esta naturaleza no pueden ser rechazadas.
Cada caso depende de sus hechos individuales y requiere un abogado con experiencia en productos defectuosos para determinar sus opciones. La compensación puede estar disponible para usted por lo siguiente:
